jueves, 26 de junio de 2008

La salchipapa en la combi


Ayer decidí irme en las pequeñas “combi sardinas” que pasan por la avenida Gregorio Escobedo de la linda Jesús Marimba, no pregunten por qué le dicen así a ese distrito, pero es obvio. Digo decidí porque últimamente me estoy yendo caminando a mi casa, es que no hay que ser tan floja me dije un día… total tu casa está recerca ¡camina oye!, es bueno para la salud..

Bueno me subí a la vendita “combi sardina”, sin saber lo que me esperaría, en esas 20 cuadras que dividen la Gregorio Escobedo de mi humilde hogar. Primero tengo que decir que era hora punta, es decir muchos otros incautos como yo también pretendían subir a las “combis sardinas” o peor aún ya lo habían hecho, y por ello los asientos estaban escasos….

Sube, sube.. me dijo el cobrador, yo atiné a mirar y como ya era tarde, tenía la idea de ir al Estadio a ver al equipo de mis amores y la lluvia estaba jodida, decidí introducir mi cuerpo en la lata hecha carro donde, por supuesto, no había un solo asiento, salvo un pequeño hueco en la esquina detrás del chofer, donde ningún pasajero debería estar sentado, según norma. Sin embargo, los que conducen las “combi sardina” solo quieren llenarse de pasajeros, no importa si los llevan en la parrilla o con un pie saliendo por la ventana, lo importante es ganarse ese tan preciado sol.

Bueno me senté y la combi comenzó a avanzar lentamente, seguro por la lluvia, seguro por el cansancio del conducto, que dicho sea de paso tiene uno de los trabajos más jodidos, sobre todo en verano, se imaginan en verano manejar la carcacha por las calles con baches, con el calor, la gente jodiendo y un niño llorando… bueno debe ser o es estresante…

Como decía, la combi avanzó hasta que gracias a Díos, una señora que estaba frente a mí se levantó, y pude ocupar su asiento. Justo en ese momento subió un señor con unas tablas y el cobrador le dijo “siéntate en el hueco”, no es que le haya dicho que se siente en el “hueco” pero ese lugar donde se sentó no era un asiento sino un hueco… mientras tanto las tablas ya estaban casi sobre mí persona.

En eso, dos chicos, seguro universitarios porque iban a la UNI, subieron. La conversación entre uno de los muchachos y el cobrador siguió más o menos así:

Cobrador: Pasaje, Pasaje… no pe tío, el pasaje es un S/. 1.50

Muchacho 1: Pero voy hasta la UNI, hasta S/. 1.20 te doy

Cobrador: No pe… es 1.50 o mejor bájate, bájate, mira el cuadro ahí está la tarifa…

Muchacho 1: Ya pues, no seas malito…

Cobrador: No, no.. bájate chato..

Muchacho 1: Ya pues te pagaré…. Abusivo eres

Cobrador: No, mira, ahora va a subir un montón de gente y si quiero les cobro dos soles, y así es pues….

Mientras esta curiosa y abusiva disputa por 0.30 céntimos se daba, la combi seguía avanzando hasta llegar al paradero del hospital Rebagliati, donde una avalancha de personas, en serio parecían pirañas en busca de su víctima, se abalanzaban sobre la combi en busca de ese tan preciado asiento que los llevaría a casa.

Por cierto para esto la combi ya estaba llena; pero no les importó y no se cómo hicieron pero todos se metieron. Mientras tanto, yo realmente estaba a punto de explotar con las tablas casi encima mío, una señora arrimada a mi costado, un tío mirándome y el olor a salchipapa que una señora había subido a la combi. “Por qué no sé la acabó antes, es que me quiere provocar” me decía.

Felizmente y la combi sorteó de forma rápida el tránsito de esas dos cuadras que faltaban para mi paradero, porque no se qué hubiera sido de mí de no haber llegado a mi destino rápido.

La verdad que no es posible que nos sigan trasladando como animales en el transporte público y las autoridades no hagan nada para terminar con esas “combis sardinas” para dar paso a la modernidad de los buses grandes y los corredores viales, como en otros países. Ya es tiempo de modernizar el transporte señor Castañeda, por favor hágalo, pero yaaaaaaaaaa.

2 comentarios:

Osw dijo...

Dios en su inmensa sabiduria nos dios el mp3 en una amplia gama de reproductores, solo asi se puede sobrellevar el dia a dia.

Marjorie dijo...

Tienes razon que viva el MP3... aunque tengo que decir que el mio se malogró, una chanchita pues para comprarme uno nuevo... gracias totales