Una historia en Huancayo

Hace poco - fin de semana auspiciado por García, los presidentes de Europa y de América Latina y el Caribe - viajé a Huancayork o más conocida como La Incontrastable, una ciudad multicultural, chicha y totalmente desordenada, aunque linda. Tengo que decir que siempre quise conocer Huancayo, era el primer destino turístico en mi agenda, sin embargo, por cosas del destino, nunca pude llegar a la gran ciudad.
Confesaré que la pase muy bien, conocí sitios estupendos como El Parque de la Identidad Wanka, dos pueblos uno de artesanos llamado Hualhuas y otro de orfebres. También llegué hasta el Convento de Santa Rosa de Ocopa, donde aprecié el cementerio y las instalaciones, y no me debo olvidar de la rica miel (jejeje). También visité Ingenio, donde está el criadero de truchas y los restaurantes con la buena comida de la zona (trucha y más trucha). Además no hay que dejar de lado la Laguna de Paca, el paseo en bote por tres soles y una vueltita por Jauja.
Fueron tres días plenos, donde se combinaron los cerros, el paisaje, lo mundano, la disco, la chicha de Jora, el concierto de Zen, peña folklórica, los picaroncitos (picarones chiquitos), la pizza, la gresca, el anticucho, el calientito de todos los sabores, el alcohol, la ciudad y lo rural.
Les recomiendo visitar esta linda ciudad. Para que sepan el gasto por el viaje varía según lo que quieras realizar y la fecha en que decidas viajar, yo gasté entre 450 a 500 soles y regresé con unos kilitos de más.

Para terminar y espero no ofender a alguien, tengo que señalar que es necesario en Huancayo una mayor cultura de atención al cliente, porque hubo lugares donde, seguro por estar ocupados, la atención no fue la más deseable y eso debería cambiar por el bien del turismo.