martes, 27 de mayo de 2008

La educación que yo no quiero

En este país, mi lindo Perú, se piratea todo, no es inusual ver en los mercados gran variedad de música, peliculas, libros, ropa, zapatillas, en fin todo lo que puedas imaginar bamba…una práctica que aunque mala, muchos aceptan, e incluso llevó a quebrar a empresas reconocidas… No voy a decir que nunca compro pirata, faltaría a la verdad y sin razón alguna. Pese a tener culpa, hoy hablaré de aquel que roba algo que no le pertenece para adjudicárselo, a esa persona solo se le puede llamar “ladrón, usurpador, estafador y demás adjetivos”.

Les contaré un “cuento” (en este blog se habla de realidad o fantasía)… Resulta que una vez un trabajador, al que llamaremos “Marc”, tomó con permiso dos textos, y en base a los mismos creó un libro que tuvo mucho éxito. “Marc” quiso hacer una segunda edición, pero su jefe “Natal” ya estaba de salida…..entonces se reunió con el nuevo Gran Bonetón “Cang” quien le aprobó la nueva edición manteniendo su crédito y del equipo que lo apoyó. Todo andaba muy bien, hasta que “Cang”, viendo una coyuntura muy interesante para el “Ambiente”, se llenó de envidia y decidió sacar una tercera edición del libro, pero no puso el crédito de “Marc” ni de su equipo, se puso él y a su séquito como creadores…

Esta historia de falta al derecho de autor, como ya se habrán dado cuenta, no es fantasía es una realidad y muy dura, porque no se trata de un problema que se suscitó en un comercio, empresa privada o entre colegas, lo cual ya sería bastante malo. Esto sucedió, y ayer lo informó la Ventana Indiscreta, en el MED del ministro Chang. Es lamentable que hoy ningún medio de comunicación lo replique, y luego preguntan por qué la educación está así, pues yo respondo que porque las autoridades no son correctas y creen, o pretenden hacer creer, que con pequeñas políticas van a solucionar problemas que vienen de años.

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